Se los conoce coloquialmente como “Días de las mujeres”, por la ansiosa expectación con la que se esperan para lucir modelito. Son las carreras de Ascot, una cita ineludible entre los miembros de las altas esferas británicas donde, seguramente, los caballos sea lo que menos llama la atención…
Esta cita hípica es, sin duda, la más importante del mundo y reúne cada año a más de 300.000 espectadores. Desde que se estipularon en el calendario de eventos ineludibles en 1711, Ascot es sinónimo de glamour, estilo y excelencia.
Pamelas, sombreros y demás tocados imposibles se apoderan durante una semana de las cabezas de las más distinguidas damas británicas. Los días que duran las tradicionales Carreras de Ascot, en Berkshire (Gran Bretaña), y a la vista de la extravagancia de la que hacen gala las invitadas, podría parecer que allí todo vale…Nada más lejos de la realidad, sin embargo, pues las normas de conducta y etiqueta que se les imponen a los visitantes son de lo más estrictas. Aunque los asistentes a la “zona general” no tienen tantas recomendaciones, lo cierto es que las mujeres deben ir vestidas de manera elegante y aunque el sombrero no es obligatorio, la mayoría de ellas lo llevan. Los caballeros, por su parte, deben ir con camisa, corbata y, preferiblemente, con chaqueta. Los shorts, los vaqueros y la ropa deportiva están, por supuesto, más que prohibidos.
El código más estricto, sin embargo, deben cumplirlo aquellos invitados que acudan al Recinto Real, donde se puede encontrar desde millonarios anónimos, a famosas modelos, pasando por la Reina Isabel II de Inglaterra o alguno de los miembros de la Royal Family.
Los caballeros están obligados a vestir el tradicional chaqué negro (o gris oscuro) acompañado de un sombrero de copa alta, mientras que las ladies deberán ir ataviadas con elegantes diseños en los que, si se trata de trajes dos piezas, ambas partes deberán combinar en color y material. Además, están prohibidas las faldas que sean más cortas que cinco centímetros por encima de la rodilla, los tirantes que midan menos de dos centímetros y medio, los hombros al descubierto, y los bronceados artificiales “chapuceros”. Así mismo, el uso de ropa interior es obligatorio, aunque en ningún caso deberá dejarse al descubierto, al igual que el vientre. Del grado de extravagancia de los sombreros, sin embargo, no se dice nada.
Muchas Gracias es un muy buen artículo
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